Solicité en la oficina un día de vacaciones para poder recargar la pila como se debe y no asisitir el día del segundo concierto, por que el día 15 la euforia si estuvo para dar y regalar.
Para esta ocasión las localidades serían en las gradas, esto con el objetivo de tener otra perspectiva del mismo concierto, por que en realidad no esperaba que cambiaran la presentación de un día para otro, además, después de revisar todos los set list de sus presentaciones pasadas de la gira que los trajo de regreso (Me verás volver) no esperaba gran cambio pero lo que si estaba pronosticado era el gran rato que me hicieran pasar como sucedió en el primer recital.
Ya con la calma en mi cuerpo y sin tantas emociones como en el primer concierto, tomamos el camino hacia el Foro Sol, donde veríamos a el Sr. Katapluskis, que habrá que comentar, lo encerró el tráfico de fea manera a tal grado de que tuvimos que perdernos las primeras canciones de la noche, pero eso no mermó en el gusto y las ganas de ver tocar de nuevo a Soda.
Es verdad que los conciertos son totalmente diferentes cuando los aprecias de diferentes puntos del recinto; aprecias y dominas el escenario de una manera total, no se pasan desapercibidos ninguno de los detalles de la producción como los son las luces, las pantallas, las luces estrellas además de la masa de gente brincando simulando una ola humana frente al escenario, en fin, una cantidad inmensa de situaciones propias de un concierto.
Si algo extrañé la noche anterior y que la zona de gradas si me dio, fue la recurrencia del joven cartero, aquel individuo que lleva hasta la comodidad de tu lugar el elixir necesario para remojar la garganta que se reseca con tanto grito producido para el vitoreo de mi banda favorita, el fácil acceso a los baños también es algo que agradecí y extrañé en el primer concierto, la comodidad de un asiento para reposar mientras se realiza el encore, el espacio que tienes para brincotear como mico en brama también es otro de los pros de las zonas con lugares numerados.
Pero, ha decir verdad, no cambio el hecho de poder admirarle el trasero a Cerati en múltiples ocasiones la noche del 15, o el sorprendente juego de "ventiladores" iluminados, o aparecer en las pantallas mientras se dejaba escuchar "Zoom", en fin, todo tiene sus beneficios y sus incovenientes.
A pesar de que la espera por el concierto del día anterior fue mas intensa, la presentación de la noche del viernes 16 me resultó mucho más agradable. En esta ocasión Za Na Ho no se alejó de mi, coreamos juntos "Trátame suavemente" y no hubo susto alguno en "Signos" así que pude chutarmela completita sin cortes ni simulacros de "evacuación".
Ambas noches fueron especiales para mi, pero esta tuvo una especie de mística más cañona que la anterior. Lo único que hice fue disfrutar todo al máximo, creo que fue por eso.
Para la presentación del viernes 16 de noviembre en el Foro Sol sacaron del set list la canción "Zona de promesas" y su lugar fue ocupado por "El rito". Esta es la lista completa de esa noche:
- Juegos de seducción.
- Tele-Ka.
- Imágenes retro.
- Texturas.
- Hombre al agua.
- En la ciudad de la furia.
- Pic Nic en el 4°B.
- Zoom.
- Cuando pase el temblor.
- Final caja negra.
- Trátame suavemente.
- Signos.
- Sobredosis de TV.
- De música ligera.
- Disco eterno.
- Cae el sol.
- Prófugos.
- El rito.
- Nada personal.
- Te hacen falta vitaminas.
De ahi, la fiesta tenía que seguir, era demasiada la alegría que nos había dejado soda como para desperdiciar el momento, así que enfilamos hacia un bar cecanor a casa de Mr. Pluskis y Za Na Ho, lugar donde la charla se tornó harto amena y agradable tanto que cerraron el lugar y si no es por que nos "invitan" a salir, nos quedamos hasta que el sol nos avisara que teníamos que dormir.
Gracias a todos los que compartieron de alguna manera esta euforia conmigo. Gracias a los Soda por dejarme sentirlos. Gracias...TOTALES!!!
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